Las lesiones pueden ocurrir tanto si estás tirando unos aros en el patio de recreo local como si estás lanzando canastas delante de miles de espectadores. Las lesiones en el baloncesto pueden ser molestas a largo plazo, por lo que es esencial recibir la fisioterapia y el tratamiento y asesoramiento adecuados después de una lesión. La fisioterapia después de una lesión no sólo puede ayudar en el proceso de curación, sino que también puede evitar que se vuelva a lesionar.
Muchas lesiones en el baloncesto se adquieren con el tiempo por el uso excesivo de las articulaciones. Una de estas lesiones, la tendinopatía rotuliana, se conoce incluso como rodilla de saltador. Se trata de una afección del tendón debajo de la rótula. Otra lesión de este tipo es la tendinopatía de Aquiles, que causa dolor en el tendón de Aquiles cerca del talón. Algunos jugadores dañan los tendones del manguito rotatorio en sus hombros por el uso repetido de la articulación.
Algunas lesiones en el baloncesto pueden ser de naturaleza más traumática. Pueden ocurrir por un daño repentino en un área del cuerpo. Los esguinces, cuando los ligamentos se estiran o se rompen, son uno de los tipos de lesiones más comunes. El método RICE (Descanso, Hielo, Compresión, Elevación) es a menudo el primer paso en la recuperación. La rehabilitación de la fuerza y la flexibilidad del área puede ser restaurada a través de la fisioterapia después de la lesión.
Los dedos atascados también son una lesión común que se sufre durante el baloncesto. La extensión de la lesión y la gravedad de los síntomas como la hinchazón, el dolor o la falta de fuerza y movimiento de la mano deben dictar si usted busca atención médica. En casos graves, los huesos de las manos y los dedos pueden estar fracturados.
El desgarro del menisco o del cartílago de la rodilla es una lesión común asociada con el baloncesto. La rehabilitación fisioterapéutica es fundamental para reducir la inflamación y recuperar la fuerza después de un daño en el menisco, y en los casos graves es necesario realizar una cirugía seguida de fisioterapia.
Hay cuatro ligamentos principales en la rodilla, pero dos de ellos son los que se dañan con más frecuencia: El ACL, o ligamento cruzado anterior y el MCL, o ligamento colateral medial. Ambos ligamentos conectan el fémur (hueso del muslo) con la tibia (hueso de la espinilla) y son cruciales para estabilizar la articulación de la rodilla. La rehabilitación de la fisioterapia implica la reducción de los síntomas de dolor e hinchazón, así como la restauración de la fuerza, la flexibilidad y la estabilidad de la rodilla. Las roturas de ligamentos de grado 3 a menudo necesitan una reparación quirúrgica seguida de fisioterapia.
Si usted sufre algún tipo de lesión deportiva, siempre es una decisión inteligente hacerla revisar. Ignorar los signos de la lesión puede conducir a un mayor agravamiento y a un daño aún mayor. Visite al fisioterapeuta Miguel Peña para una evaluación de su lesión y un plan para que vuelva a la cancha.